De vez en cuando se hacen virales en redes sociales fotografías en las que aparecen la Luna o el Sol junto a edificios o personas, en las que los astros se presentan con un tamaño mucho mayor del que apreciaríamos al mirar a simple vista. Es bastante común encontrar comentarios que avisan que esas fotos son falsas, que están trucadas mediante Photoshop o cualquier otro software. Pero lo cierto es que las fotos suelen ser auténticas, aunque sean acusadas de lo contrario como ocurrió recientemente con una foto tomada por Michael Shainblum durante el eclipse total de sol ocurrido el 21 de agosto, en el Smith Rock State Park en Oregon (EE.UU), donde se observa a un escalador en la ladera de una montaña con el sol eclipsado a sus espaldas.
Hay versiones de la imagen antes y durante la totalidad e incluso un vídeo que sirvió para despejar dudas sobre la veracidad de la fotografía. En el siguiente enlace podéis ver dicho vídeo.
Si estuviésemos mirando a esa persona a ojo desnudo a una distancia tal que su tamaño fuese el mismo que en la foto, el tamaño del sol eclipsado sería mucho menor que en la imagen. Por eso, nuestra intuición nos dice que la imagen no puede ser auténtica. Pero con una cámara fotográfica dotada de un teleobjetivo sí es posible conseguir ese efecto. Es cuestión de óptica, de perspectiva y del aprovechamiento que hace la fotografía de esta.