¿Quién no ha recibido en su vida una descarga de más de 2 o 3 mil voltios? Nosotros sí y seguro que la mayoría de vosotros también.
No, no estamos locos. Estamos hablando de una descarga eléctrica al tocar un carro de la compra, al bajarnos del coche o al rozar a otra persona (aunque no te ponga nada esa persona).